En el momento en que ustedes lean esto, yo probablemente ya estaré devuelta en Madrid, haciendo crujir la alfombra de ocres del Retiro. Con mi nombre de pila, no se extrañen que en esta época me acuerde de las cosas que decía Horacio en su retiro de la granja Sabina.
Caigo en pensar entonces que quizá los hombres conseguimos ser felices en la medida que somos deshonestos con nosotros mismos. Que la gran mayoría de los humanos nos mostramos incapaces de hacer algo razonablemente bien. Que, a la larga, acabamos, por fortuna, hundiéndonos en el grado de estupor necesario como para sentirnos consolados por los diversos y modestos logros que hayamos conseguido. A pesar de lo cual, el mundo avanza inexplicablemente. Y se va logrando que los niños mueran menos, lo que no está nada mal. Pero hay que reconocer que los humanos, así en general, resultamos un desastre como materia prima. Y es entonces cuando, sumido en esas dulces y pusilánimes nieblas del desaliento, uno mira a un lado y descubre que, por encima de todo, sigue habiendo flores que brotan en otoño. Florecer en esa estación (sea en los últimos meses del año o en el otoño de nuestras vidas) es siempre sincopante. Puede que sea una criatura, o alguna persona querida, quien provoca ese brote en medio de un paisaje que declina hacia el momento mas yermo del ciclo vital. Su mirada será brillante, como el fervor de la temperatura humana.
Su voz retendrá un punto fresco de la humedad de sus labios. El trémolo de su fragancia lo podrás percibir desde lejos en sus pequeños movimientos. Todo ello nos hablará de la vida pródiga que se renueva constantemente. Si alguno de ustedes padece estos síntomas, le felicito. Y no estará de más recordarle que, en estos casos, besar a quien amas es una línea de acción aprobada internacionalmente.
La razón 16 de Noviembre 2008 (Escrito por: Sabino Mendez)
Ah, qué bien ponernos tan románticos, y que alguien vea un toque de romanticismo también en otoño y no única y exclusivamente en primavera. Así da gusto. Y levantarse al domingo por la mañana con ese temazo gótico y esos labios de por medio en la entrepierna de al lado. Eso sí que es actualidad diaria, y a menudo no nos damos cuenta.
Amigo Méndez,tengo a bien pasear, cuando mis obligaciones me lo permiten, por el Retiro, y jamás me he encontrado entre las ocres hojas, algo coo lo que nos muestra en la portada, sea tan amable de decirnos en que zona la encontró. Un abrazo.
Muy romanticon lo encuentro a usted hoy.. Su artículo, genial como siempre, el acompañamiento musical a mano de the cure simplemente formidable, pero la joven otoñal es insuperable. Gracias.
Señor Méndez, cualquiera que le lea diría que está usted enamorado. Encontrar a alguien a quien amar no es fácil. Conseguir que esa misma persona te ame es todavía más difícil. Si se consigue hay fuegos artificiales alrededor y se descubren rosas en otoño. Felicidades.
Querido Sabino, le admiro mucho. Es bellísimo realmente florecer de nuevo en el otoño de la vida y si como a mí me pasa el comienzo de una historia en la que la magia se corta en el aire pese a circuntancias en principio bastante adversas este otoño no puede ser más bienvenido. Un beso otoñal.
Sua amatatu, pasioa eragin o lo que es lo mismo, apagan fuegos, encienden pasiones. Bomberos de Bilbao, eso es un cuerpo y lo demás, tonterías. Ese otoño… ¡que escorzo! ¡Tan natural! ¿Explosivos Río Tinto vuelve a publicitarse en calendarios? No se… creo que me supera tanto kitsch. ¿El amigo Robert Smith… todavía no ha aprendido a pintarse los labios o… todavía esta por la labor de dejar su carmín rouge interactivo?. Besos.
9 OPINIONES:
Ah, qué bien ponernos tan románticos, y que alguien vea un toque de romanticismo también en otoño y no única y exclusivamente en primavera. Así da gusto. Y levantarse al domingo por la mañana con ese temazo gótico y esos labios de por medio en la entrepierna de al lado. Eso sí que es actualidad diaria, y a menudo no nos damos cuenta.
Amigo Méndez,tengo a bien pasear, cuando mis obligaciones me lo permiten, por el Retiro, y jamás me he encontrado entre las ocres hojas, algo coo lo que nos muestra en la portada, sea tan amable de decirnos en que zona la encontró.
Un abrazo.
Muy romanticon lo encuentro a usted hoy..
Su artículo, genial como siempre, el acompañamiento musical a mano de the cure simplemente formidable, pero la joven otoñal es insuperable.
Gracias.
Curioso lo que ocurre cuando cambiamos la escala de las cosas. Hay labios que mutan en gusanos.
Señor Méndez, cualquiera que le lea diría que está usted enamorado. Encontrar a alguien a quien amar no es fácil. Conseguir que esa misma persona te ame es todavía más difícil. Si se consigue hay fuegos artificiales alrededor y se descubren rosas en otoño. Felicidades.
Querido Sabino, le admiro mucho. Es bellísimo realmente florecer de nuevo en el otoño de la vida y si como a mí me pasa el comienzo de una historia en la que la magia se corta en el aire pese a circuntancias en principio bastante adversas este otoño no puede ser más bienvenido. Un beso otoñal.
Sua amatatu, pasioa eragin o lo que es lo mismo, apagan fuegos, encienden pasiones. Bomberos de Bilbao, eso es un cuerpo y lo demás, tonterías.
Ese otoño… ¡que escorzo! ¡Tan natural! ¿Explosivos Río Tinto vuelve a publicitarse en calendarios? No se… creo que me supera tanto kitsch. ¿El amigo Robert Smith… todavía no ha aprendido a pintarse los labios o… todavía esta por la labor de dejar su carmín rouge interactivo?. Besos.
Estupendo artículo,como siempre.
También quería felicitaros a Loquillo y a ti,por la entrevista de esta noche en la "Hora de Federico" en Libertad Digital TV.
No me la pierdo.Cuando cuelguen el vídeo os posteo.
Un abrazo
La vida está repleta de azares y sin razones.
Para mal y para bien.
Ayer, buscaba un beso, para acompañar a un correo.
Fueron esos labios los que elegí.
En color, más de mi gusto.
Y el domingo, tras muchos años, disfruté de un paseo en el retiro.
Además de sus colores, ese cosmopolitismo que le invade le da un sabor extraordinario.
Tendré que repetir, no se cuando, el rastro es uno de mis gustos dificil de abandonar.
salud
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