García

Manu Chao (ya saben, el cantante) proponía en su último disco a la esperanza como posible política. Esa tendencia a depositar en las potencias sentimentales intangibles la responsabilidad final de nuestros afanes siempre me ha sabido, francamente, a poco.Conscientes de ello y siempre deseosos de contentarme, mis amigos de Ciutadans han hecho un esfuerzo de realidad y han propuesto también a la Esperanza como política, pero una Esperanza real, tangible y carnal:Esperanza García,, concretamente, que ha sido propuesta como candidata a la alcaldía de Barcelona.

Hereu, el candidato socialista ya no podrá cantar aquella canción tan bonita de Chao “Próxima parada: Esperanza” so pena de poner en peligro su propia silla.
Mayol, la candidata comunista, tampoco podrá disimular que se ha ensanchado notablemente en los últimos años, y que sus actuales maquillajes (de la punk que nunca fue) no cuelan en los debates al lado de la juventud pura y dura.
Quizá por eso la televisión ha decidido, amparándose puntillosamente en los detalles legales, no permitir a García participar en los debates televisados.
García decidió protestar ante la Junta Electoral de Barcelona
y esta consideró que su queja era sensata ateniéndose a la representación actual de Ciutadans en el Parlamento catalán.
Todos los partidos catalanistas, excepto Convergencia, no aceptaron la leal competencia y (ellos, tan descentralizadores) recurrieron a lo que suelen llamar Madrid (Junta Electoral Central) para que revocara la decisión.
El atril destinado a García fue arrinconado treinta minutos antes de empezar un programa – debate con cinco políticos excluyentes hablando en el mismo plató dónde – paradojas - pocas horas antes se grababa ”Mira quien baila”.
Si se trata de llevar la realidad callejera a las instituciones, queda claro que aun hay trayecto pendiente y que, efectivamente, la próxima parada inexcusable parece que pasa por Esperanza.

Entrevista realizada en Punto Radio:


La Razón 29.4.07