Uno de los grandes problemas cuando eres catalán y acabas de afincarte en el madrileño barrio de Salamanca consiste en aprender a desenvolverse con habilidad, lo más pronto posible, entre las deposiciones que los perros dejan en las aceras de esa zona. Sucede porque el barrio de Salamanca está cambiando demográfica y generacionalmente. El feudo que fue de familias conservadoras y señoras con pieles comparte su espacio con nuevos emigrantes de diversos colores, lo cual le da un aire bullicioso y regio que recuerda un poco al Soho londinense de los sesenta. Las señoras siguen ahí y, como suele suceder, han sobrevivido a sus maridos. Pero están muy mayores y sería médicamente arriesgado exigirles que doblaran el espinazo para recoger los excrementos de sus mascotas. La vida en este barrio es, por tanto, un slalom.
Como tengo reflejos para medir a simple vista y evitar patinazos, el otro día detecté una muestra de este tipo monumental, monstruosa. Estadísticamente, está más o menos aceptado que la longitud de la materia fecal de un ser vivo representa aproximadamente un quince por cien de su tamaño. Por tanto, según las pistas, no quedaría más remedio que aceptar que en el barrio de Salamanca habita una mascota de tres metros. A título comparativo, debemos hacer saber que las observaciones sobre las supuestas apariciones del Yeti himalayo o del Bigfoot de la Columbia Británica nos informan de que estos miden tan sólo dos metros y medio.No sé si existe tal monstruo del Retiro o es un fantasma más de la crisis. Pero la sola idea de su existencia (y el temor general de adentrarse en el barrio de Salamanca sin katiuskas) es un triunfo más que demuestra la clara superioridad del mundo espiritual sobre el mundo animal en nuestro imaginario. Un tanto más para los platónicos en el marcador.
La razón 7 de Diciembre 2008
Escrito por: Sabino Mendez
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27 enero 2009
Fieras
.... Adminsabino
Etiquetas: SABINADA
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6 OPINIONES:
Dicen que a John Wayne le quitaron veinte kilos de mierda cuando le hicieron la autopsia. Me cuesta concentrarme en el texto viendo esas bonitas fotos que lo ilustran. Comparto el gusto al 100%. Un saludo.
Creo que no se fijó atentamente al presenciar esa "muestra de este tipo monumental, monstruosa" probablemente no se trataba de un excremento animal, sino de Maria Antonia Iglesias paseando.
Saludos.
Prefiero a la muchacha de la foto que a las conservadoras señoras con pieles de antaño.
De todos modos, me sorprende, y no gratamente, si me lo permite, esa faceta suya escatológica que hasta ahora desconocía.
Salud.
Soy lectora habitual de sus columnas, y me cuesta creer que no haya tenido para esta ocasión algo mas de inspiración. Con la cantidad de impresiones políticas, sociales o musicales que usted podría brindarnos, nos regala una auténtica mierda...no lo entiendo.
Hasta otra.
Bueno, ¿porqué no? En realidad, la política, música y sociedad, rebosan mierda en muchos casos. Son sinónimos muchas veces.
Con el hilo musical y las fotografías, gana mucho el texto.
Un saludo.
El sentido del humor es bueno, cuanta buena literatura se autocensurado por no querer atacar demasiado aspectos escatológicos que siempre han dado mucho juego literario.
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